Arturo González-Barrera
Aguascalientes, Ags.- Una semana difícil la que tuvo Necaxa con tres partidos y dos de ellos de visita, enfrentamientos y mantas que parecían más un montaje mediático que un reclamo verdadero fueron parte de una muy larga semana que fue la más importante para el no descenso de Necaxa por lo conseguido.
Los demonios del descenso calaban en la afición una vez más, el despliegue táctico de Sosa, su descenso con Leones Negros, las alineaciones para muchos inexplicables hacían pensar a muchos en un tercer descenso para los Rayos en menos de diez años, la salida de Carlos López, de Torres Septién, todo despertaba dudas en la afición de Necaxa pero no mataba su fe.
La directiva pasaba de buena a villana del cuento en menos de seis meses, se tenía solo el partido contra Veracruz como decisivo para saber el futuro de Necaxa y a pesar de las formas el equipo mantuvo la categoría por lo que Sosa y la directiva deberán sentirse tranquilos por unos días por lo hecho el Sábado de Gloria.
El camino no fue fácil y tampoco lo seguirá siendo por lo que mucho tendrán que pensar los dueños de Necaxa acerca del futuro del equipo. Valorar la permanencia de Alfonso Sosa, el técnico cumplió con lo prometido y si fue lo pactado con sus empleadores no tendrán mucho que pensar y su permanencia será casi segura por otra temporada más, pero ahora con resultados a corto plazo y sin duda la exigencia de olvidar el juego defensivo y miedoso que ha caracterizado al cuerpo técnico y preguntarse si son capaces de convertir al equipo en un espectáculo agradable a la vista.
Jugadores también tendrán que irse, los refuerzos no pudieron o no tuvieron el tiempo de mostrarse por lo que Necaxa tendrá que dejar de ser bodega de costales de cemento y buscar jugadores que estén comprometidos y que tengan futbol que compartir, no solo entre los refuerzos también entre los titulares hay quienes no dieron lo que se esperaba de ellos y para mi Necaxa debería de construirse alrededor de Barovero, Mario de Luna, Gallegos y Edson Puch, los demás pueden empezar a hacer sus maletas para irse algunos a San Luis y no regresar jamás.
Si la directiva opta por un director técnico nuevo el perfil idóneo sería el de alguien capaz de mantener el vestidor unido, de lidiar con jugadores “estrellitas” ofrecer un futbol agradable y de preferencia un ex necaxista para mantener al menos unas semanas más una relación cordial con la afición antes de que se le empiece a pedir su salida en caso de una mala racha y solo se me ocurren tres o dos personas con estas características.
La elección de entrenador sea Sosa o sea u otro debe ser una elección tomada pronto, y dar tiempo a quien vaya a dirigir al equipo y a su cuerpo técnico de ver a los troncos que tiene el equipo en los partidos que restan tal vez con suerte alguno lo convence y decide mantenerlo.
Es el momento de hacerlo no vayan a salir con la excusa de que no hubo el tiempo suficiente para preparar al equipo.
Si bien Necaxa aún necesita un punto para salvarse matemáticamente su salvación es un escenario muy real y es tiempo de empezar a planear la siguiente temporada, el horario de los partidos de los Rayos sin duda cambiara, la organización del estadio tendrá que mejorar, la experiencia para el aficionado támbien, una rebaja en los precios de los boletos no caeria mal, cambiará la marca de uniformes y esperemos cambien muchas cosas más por el bien de Necaxa y su afición, al final de cuentas jugadores, directivos, uniformes van y vienen pero los que nos quedamos somos la afición.
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