Redacción
Francia.-Inspirado por la pandemia de Covid-19, el artista francés Gaetan Marron se encerró durante 20 días en un cubo de plexiglás transparente de 4m², ubicado dentro de un centro comercial de Marsella. Titulada «Non-Essentiel», la performance artística de Gaetan Marron pretende resaltar algunos problemas causados por los bloqueos vinculados a la propagación del COVID-19, como la falta de interacción humana, la falta de libertad y el papel de las llamadas actividades no esenciales como la cultura y el arte.
A principios de este mes, el artista se encerró en un pequeño cubo de plástico transparente ubicado dentro del centro comercial Les Docks Villages, durante un período de 20 días. Los transeúntes pueden verlo, pueden hablar con él y, lo más importante, hacerle donaciones, ya que Marron depende de las donaciones de sus visitantes para su sustento.
“Creo que hoy la cultura, el arte, pero especialmente la cultura en general, claramente nos ha salvado durante este encierro. Creo que sin ella, habría sido todo mucho más complicado”, dijo Marron. “Tengo la sensación de que en estos días echamos de menos lo que realmente es el contacto humano real, lo que hoy llamamos redes sociales, mientras que realmente hemos perdido los vínculos sociales en este período. Y creo que no es insignificante si muchas personas no se sienten realmente bien, están deprimidas en este momento, es porque realmente perdimos algo de todo esto».
El hogar temporal de Gaetan está equipado con TV, cafetera, tableta, y pasa el tiempo leyendo libros y dibujando, pero el objetivo de Non-Essentiel es mostrar que a pesar de toda la comodidad material, lo que falta es el contacto humano esencial.
El artista tiene acceso a un lavabo ubicado detrás del cubo de plexiglás para beber y lavarse, pero no tiene inodoro. Sin embargo, siempre que necesita ir, justifica su corta ausencia ante los transeúntes, escribiendo certificados bizarros que muestra en el cubo para que los visitantes los vean.
“Non-essentiel” plantea preguntas sobre este período turbulento, triste y abrumador. Al confinarme por mi propia voluntad a un momento de desconfinamiento progresivo, cuestiono nuestro libre albedrío y la forma en que seguimos las reglas como sociedad pero especialmente como individuos, destacando esta ineptitud que es la privación voluntaria de la libertad, mientras invito a la reflexión”, describió el artista su actuación.