Martínez se comprometió con los fieles seguidores y militantes de su partido a que mantendrá la confianza en ellos, haciendo respetar “el esfuerzo y el sacrificio” que han hecho en pos de su campaña, tratando de aminorar las críticas internas que se han dejado escuchar gracias a la mega alianza con Nueva Alianza (PANAL), Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y con el Partido del Trabajo (PT). “Sé lo costoso de las alianzas, pero les aseguro a los militantes que si soy elegida para ser su abanderada, vamos a ganar”, afirmó confiada.
La precandidata estuvo junto a Manolo de Alba Ortega, también precandidato con quien contendrá para ganarse el lugar preponderante. De él recordó haber estado juntos desde las plataformas juveniles y no ocultó el gusto de poder cerrar acuerdos en pos de la unión de su partido. Los aplausos y los vítoreos, casi exclusivos para Martínez, llenan a la precandidata quien con su postura de siempre, dijo que “si alguien a ayudado a construir a Aguascalientes es el PRI.” Ahondando el mensaje dirigido al Partido Acción Nacional (PAN), firme apuntó que “nuestros adversarios no nos adelantan ni lo harán.”
Habló de forma recalcada de “la grandeza de Aguascalientes” que el PRI construirá. Para eso, reiteró la invitación a la militancia a quienes dijo necesitar para “hacer equipo y dejar de lado todos los individualismos.” La única manera, dijo, es ser incluyente. “Este partido tiene el talento y la oportunidad de los que se sienten excluidos.” El PRI, “sabe hacia dónde dirigirse ahora y los próximos años”, aseveró antes de dejar claro que están comprometidos con la justicia social.
El próximo 11 de marzo, la asamblea nacional del tricolor definirá a quien será su abanderado. Algo que parece un formalismo mínimo, desde la entrega militante a Lorena Martínez.