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Perth, Australia.- “Les pregunté: ¿Vais a matarme o a violarme?”, recuerda la australiana Kate Moir, que la noche del 9 de noviembre de 1986 fue secuestrada por la pareja de asesinos formada por Catherine y David Birnie. Kate, que entonces tenía 17 años, ha recordado ahora aquella traumática experiencia en el primer episodio del programa ‘Murder Uncovered’, informa la cadena Seven News.
“Si te portas bien, solo te violaremos”, recuerda Moir que le respondieron sus secuestradores, “una pareja de apariencia inofensiva” que momentos antes de apresarla le propusieron llevarla a casa en la ciudad australiana de Perth.
Moir, que aquella noche había bebido demasiado, intentó abrir la puerta del coche pero no pudo encontrar la manilla y, de pronto, sintió el filo de una navaja junto a su cuello. Lo que Kate no sabía en ese momento era que durante las cuatro semanas anteriores esa pareja ya había violado y matado a otras cuatro mujeres.
Su nueva víctima experimentó a continuación torturas físicas —la violaron por primera vez dos horas después—, así como vejaciones mentales, ya que la obligaron a bailar, a ver películas y a llamar por teléfono a sus padres para decirles que se había emborrachado.
David Birnie la violó dos veces y mientras lo hacía Catherine “tomaba notas”, recuerda Moir. Además, los asesinos la obligaron a fumar marihuana y la mantuvieron atada a la cama. Kate, que calculó que “tenía un 200 por ciento de posibilidades de morir y un 5 por ciento de salir con vida”, aprovechó que David estaba en el trabajo y que Catherine se había olvidado de atarla a su cama, distraída porque llamaron a la puerta, y saltó por la ventana.
Gracias a Kate, que llegó a una tienda y pidió a un peatón que llamara a la Policía, los agentes de seguridad arrestaron a los Birnie, poniendo fin a sus asesinatos. David se colgó en la cárcel en 2005, mientras que a Catherine la Corte podría concederle la libertad provisional este año.
Desde ese momento, los dueños de la así llamada ‘casa de la muerte de Perth’ se convirtieron en la pareja asesina más famosa en la historia de Australia, mientras que Moir dedicó su vida a distintas actividades para cambiar el sistema legislativo de su país y eliminar la posibilidad de que a los acusados de violaciones y asesinatos deliberados se les pueda conceder la libertad provisional.