Redacción
CDMX.- La felicidad abunda en México. De hecho, es el segundo país más feliz del mundo, sólo por debajo de Costa Rica, según el estudio Happy Planet Index, realizado por el Foro Económico Mundial (WEF).
El índice mide cuatro aspectos, la esperanza de vida, el bienestar, la huella ecológica y la inequidad.
En una escala del 1 al 50, la felicidad de los mexicanos es de 40.7 puntos, mientras que la de Costa Rica, el primer lugar, es de 44.7 puntos.
Si bien la desigualdad en el ingreso de los mexicanos se elevó a 19%, es decir, más profunda que en países como Chile, Rusia y China, la felicidad que los compatriotas reportan tener promedió 7.3 puntos, por encima de países como Nueva Zelanda, Estados Unidos o Reino Unido.
El estudio destaca que países occidentales ricos a menudo son vistos a nivel mundial como la representación del éxito, no obstante, éstos no figuraron en los primeros puestos del Índice Planeta Feliz.
El análisis reflexiona sobre qué está haciendo bien México para tener el segundo lugar de la medición. Señala que en los últimos años, el país ha dado grandes pasos para mejorar la salud de la población, particularmente la covertura universal de salud en 2012, poniendo los servicios básicos a disposición de toda la población.
Además, en 2014 se impuso el impuesto a las bebidas azucaradas, en un esfuerzo por combatir el sobrepeso y obesidad. destaca que a pesar de la fuerte oposición de las empresas, se ha logrado una disminución de 12% al consumo de estas bebidas.
El Foro Económico Mundial señala también que los temas ambientales están recibiendo cada vez más atención, incluso se incluyó como uno de los cinco pilares de actuación del Plan Nacional de Desarrollo de México para 2007-12; además, México es el segundo país en el mundo en incorporar objetivos climáticos a largo plazo, y está tomando medidas importantes para conservar sus bosques y proteger su rica biodiversidad.
Sobre los asuntos en los que se puede mejorar, el organismo internacional señaló que aún hay retos importantes para el país como la desigualdad económica que “es un problema enorme, con una diferencia considerable entre los más ricos y los más pobres” .
Señala, además, que las tasas de pobreza en México son particularmente alta, entre las poblaciones indígenas. Recuerda que “Amnistía Internacional ha destacado violaciones de los derechos humanos en México, especialmente en lo relativo a los migrantes irregulares”.
En materia ambiental, otro problema es que la importancia de la industria del petróleo para la economía de México complica los esfuerzos medioambientales.
El WEF reconoció como un paso importante la firma del Pacto por México, un acuerdo de 95 iniciativas destinadas a abordar algunas de estas cuestiones “un paso importante para el futuro del país”.
Por último, señala que medir la felicidad es importante, pues actualmente hay una mayor preocupación de las naciones y de los medios por el crecimiento de la economía y del PIB y no así por el bienestar de la población “el crecimiento del PIB por sí solo no significa una vida mejor para todo el mundo, especialmente en países que ya son ricos. No valora adecuadamente las cosas que realmente importan”.
¿Qué mide?
Bienestar: ¿Qué tan satisfechos están los residentes de cada país, cómo se sienten con la vida en general, en una escala de cero a diez.
Esperanza de vida: El número medio de años que se espera que una persona viva en cada país con base en los datos recogidos por Naciones Unidas.
Desigualdad: Las desigualdades entre las personas dentro de un país en términos de cuánto tiempo viven, y lo felices que se sienten, basado en la distribución de la esperanza de vida de cada país y el bienestar.
Huella ecológica: El impacto promedio que cada residente en el medio ambiente.