Soso y orgulloso

Arturo González-Barrera

Aguascalientes, Ags.- Altanero, Soso y Orgulloso, así podríamos describir el comportamiento del entrenador de Necaxa en el último mes, enfrentamientos con la afición en donde el entrenador perdió la compostura que lo había caracterizado en un reflejo claro de desesperación por el momento en el que pasaba, su cantaleta de siempre de que el equipo tuvo una corta pretemporada no fue creída por los aficionados.

Declaraciones fuera de lugar cómo decir que ha hecho un trabajo extraordinario y se le quiere demeritar, mencionar que Isijara merece estar en la Selección  y minimizar el hecho de que no se había ganado en tres meses hace pensar en la salud mental del entrenador o si estos contrastes de presión han sacado a relucir la verdadera personalidad del entrenador.

Si bien es cierto que Sosa cumplió su objetivo las formas en las que lo logro despiertan dudas en la afición sobre si es capaz de ser algo más que un técnico ratonero carente de variantes y necio con la alineación de algunos jugadores cuando parece que Necaxa tiene mejores jugadores que hubieran podido ayudar a que el equipo no hubiera sufrido de más para mantener la categoría.

Maturana es un ejemplo y el chileno no se cansó en pedir una oportunidad y seguro que lo hizo en privado y también publico, el chileno no solo habló ante los micrófonos habló en la cancha y en los pocos minutos que le dio Alfonso Sosa el andino respondió y en esta ocasión ante Morelia le devolvió el color y la altanería al entrenador necaxista.

Dirán algunos que los modos de Maturana no fueron los mejores pero todos en alguna ocasión levantamos la mano para ser tomados en cuenta, el sudamericano sabe que tiene con qué y lo demostró, desgraciadamente parece que la necedad de Sosa ha roto el vestidor y muchos jugadores tampoco están conformes con las alineaciones del timonel ni con el estilo de juego tan miedoso.

En el partido contra Morelia fue evidente la desesperación de Barovero que aunque Sosa se conformaba con el empate, el “Trapito” pedía al equipo fueran hacia adelante para buscar otro gol algo muy contrario a la mentalidad conformista de Sosa de que un punto es muy bueno.

La reacción de Barovero de pedir al equipo ir hacia adelante me recordó ocasiones en las que Pablo Quattrocchi pedía al equipo atacar mientras el técnico los amarraba atrás, la desesperación de Pablo era tanta que en ocasiones era el quien salía tocando el balón ante la calma de los demás jugadores y el entrenador en turno, la impotencia del argentino reflejaba el sentir de la afición que el equipo tenia para más y el entrenador no lo veía.

La mentalidad ganadora de Pablo y Marcelo están muy por encima del conformismo y mediocridad de muchos entrenadores, parecía que Barovero estaba cerca de sumarse al ataque ante la pasividad del cuerpo técnico.

Hoy Sosa está orgulloso y se pavonea por lo logrado, algo que no hubiera sido posible sin las ganas, la habilidad y el corazón de Gallegos, la defensa de Mario de Luna y Beckeles, y sin  duda el futbol de Edson Puch, el chileno corrió por toda la cancha, mostró de lo que es capaz y metió un golazo, si bien provocó la falta que derivo en el penal ¿Qué tenia que hacer Puch defendiendo?

El estadio no se llenó, y en la repetición en televisión escuche varias excusas del porqué, pero ninguna menciono que en el partido contra Tigres la venta se condicionó a que se tenía que comprar un tribono, que incluía el partido contra Tigres, Morelia y Chivas, muchos boletos se fueron a Monterrey, pero no dude que los magos revendedores del estadio hagan de las suyas y contra Chivas el estadio este lleno a pesar de que en teoría esos boletos ya están vendidos.

Sin duda los toros se ven mejor desde la barrera, la directiva tendrá otra perspectiva y los juegos se ven diferente desde el palco.

Ellos decidirán el futuro de Necaxa, tener un equipo miedoso o uno protagonista y atractivo.

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