La Jornada
CdMx.- Joaquín El Chapo Guzmán Loera apoyó económicamente varias campañas de políticos mexicanos, y el año pasado viajó de forma clandestina a Estados Unidos para visitar familiares en un par de ocasiones, según aseguró su hija Rosa Isela Guzmán Ortiz en entrevista con el diario británico The Guardian.
El líder del cártel de Sinaloa había regalado una casa a su hija en California y “poco después vino a ver la casa, su casa, vino dos veces”, aseguró Rosa Isela sin especificar la fecha de esas visitas ni cómo logró el escurridizo capo ingresar a Estados Unidos.
“Le pregunté lo mismo, créeme”, bromeó su hija, una empresaria de 39 años afincada en California.
El Chapo Guzmán fue recapturado el pasado 8 de enero en Sinaloa y ahora se encuentra recluido en la cárcel de máxima seguridad de El Altiplano, de donde se fugó de forma espectacular en julio pasado a través de un túnel kilométrico cavado debajo de su celda que dejó en ridículo al gobierno de Enrique Peña Nieto.
“La fuga de mi papá fue un acuerdo”, afirmó Rosa Isela, quien en la entrevista dijo además que su padre ha financiado las campañas de importantes políticos que, a cambio, le protegían.
“Todo lo que sé es que mi padre le dijo a su abogado que diera algunos cheques para campañas (políticas) y pidió que a cambio se le respetara”, manifestó la hija del narcotraficante adelantando que la familia está deliberando si hace públicos esos cheques con los nombres de los supuestos políticos que aceptaron su ayuda.
Antes de su captura en febrero de 2014, el capo había estado prófugo 13 años después de haberse fugado de una cárcel de máxima seguridad de Jalisco (oeste) supuestamente escondido en un cubo de la ropa sucia.
“Desesperado” por no poder dormir ante las fuertes medidas de vigilancia en El Altiplano, Guzmán pidió esta semana a su defensa agilizar su extradición a Estados Unidos, algo que había tratado de evitar antes.
La defensa de Guzmán ha asegurado que el capo estaría dispuesto a declararse culpable en Estados Unidos a cambio de negociar una pena “relativamente razonable” y de ser llevado a una cárcel de mediana seguridad.