Culturizando
Algunos la comparan con un hormiguero, la llaman “la ciudad colmena” o “la ciudad sin luz”, puesto que la cantidad de personas y la forma en la que fueron construidos los edificios no permitía que entrara la luz solar ni el aire fresco.
Kowloon rompió el récord mundial de la ciudad más poblada del mundo. Con un espacio 5 veces más pequeño que el estadio de fútbol Santiago Bernabeu, acogía en sus espacios a más de 50.000 personas, que vivían hacinadas en diminutas viviendas.
La ciudad que en un primer momento fue utilizada como punto de control y vigilancia, se convirtió en uno de los lugares más peligrosos y horribles del mundo.
Kowloon fue en un principio, una fortaleza creada por el gobierno chino para proteger el comercio de sal. Cuando Hong Kong, firmó el convenio de Nuevos Territorios a favor de Gran Bretaña por 99 años, hubo una falla técnica: La ciudad amurallada, quedaba fuera de toda ley, siempre y cuando no interfiriera la actividad británica.
Esto permitía que China mantuviera sus tropas dentro de la ciudad. Al poco tiempo, Gran Bretaña se arrepintió de la decisión de dejarlos libres y decidió atacar la ciudad. Pese a los ataques, la ciudad continuó creciendo sin parar, era la cuna de todos los forasteros, ilegales y recién llegados. Lo más terrible del asunto, es que eran imposibles de controlar.
Kowloon se convirtió en una mafia inmensa de drogas (opio especialmente), alcohol y prostitución. En sus sobrepoblados edificios se instalaron grandes grupos mafiosos que controlaban todo alrededor de la ciudad.
Los accesos a la ciudad eran libres, cualquier curioso podía entrar a ver bajo su propio riesgo, sin embargo todos los entes policiales tenían prohibido el acceso. La ciudad se manejaba bajo sus propias reglas impuestas por los delincuentes más poderosos.
Uno de los tópicos más sorprendentes de Kowloon es su arquitectura. La ciudad estaba totalmente colapsada de edificios, las calles eran tan estrechas como pasillos y tenían múltiples pasadizos. La mayor parte de los habitantes nunca recibía la luz del sol, vivían sumergidos en pequeñísimas viviendas sobrepobladas.
La ciudad estaba llena de pasadizos entre edificios, llenos de cloacas, animales muertos, goteras y basura que complicaban el acceso. Los habitantes vivían en condiciones totalmente insalubres.
Los edificios tenían hasta 14 pisos. La cantidad de habitantes aumentaba con una alarmante rapidez, puesto que no existía el control de natalidad impuesto en China. Como no podían crecer horizontalmente, buscaban el crecimiento vertical, desafiando todas las leyes arquitectónicas. La gran mayoría de los edificios estaban a metros de un colapso total.
Dentro de la ciudad, existía una “zona privilegiada” en la que los edificios estaban construidos con un patio en el medio, por lo que recibían luz y aire natural, a diferencia de todos los demás que estaban ubicadas en la “zona sándwich” donde los edificios están a menos de un metro de distancia, por lo que las ventanas se chocan entre sí: no les llega sol ni aire fresco.
Una ciudad 5 veces más pequeña que el famoso estadio de fútbol Santiago Bernabeu, aguardaba a más de 50.000 personas.
Kowloon era una “ciudad sin reglas”, no se regían bajo las mismas premisas del gobierno chino, por lo que no tenían inspectores de salubridad que se encargaran de garantizar que los alimentos producidos y vendidos dentro de la ciudad eran completamente seguros para su consumo.
Pese a las terribles condiciones higiénicas, la mafia de comida era uno de los principales sustentos de muchos de los habitantes. Ilícitamente en Kowloon salían múltiples empaques de almuerzos todos los días, que eran vendidos a colegios y hoteles en los mejores sectores de la ciudad.
El gobierno chino había ignorado casi por completo el proceso de expansión y el riesgo que representaba la ciudad. En 1984 en conjunto con las autoridades británicas deciden terminar con el problema y se firma un acuerdo de demolición.
En 1991 comenzó el desalojo masivo de la población, quienes se negaban a salirse de sus hogares, porque para ellos, su forma de vivir era completamente normal. Para compensar a los habitantes, recibieron una ayuda de 2.700 millones de HK, pero no lo consideraban suficiente.
Kowloon se había convertido en un infierno para todos los que conocían una vida distinta, con tan solo 0,026km², albergaba más de 50.000 habitantes. Rompiendo el récord a mayor densidad de población en la historia de la humanidad.
En 1993 se eliminó totalmente la ciudad que hoy está transformada en un jardín acuático, con grandes espacios verdes y lagos relajantes. Irónicamente se transformó en todo lo que no podían tener sus antiguos habitantes.
Kowloon aun después de su demolición, sigue siendo una gran inspiración para películas de acción y video juegos. Películas como “Crime Story” de Jackie Chan, fueron grabadas en sus instalaciones meses antes de que se convirtiera en polvo y escombros.