Redacción
Las adolescencias enfrentan distintas problemáticas, toda vez que por sí mismo el proceso de vida en el que están genera ciertas vulnerabilidades, de ahí que puede pensarse en la psicoterapia como una alternativa para recuperar sus experiencias y, al mismo tiempo, darle sentido al malestar psíquico, explicó la académica de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, Janett Esmeralda Sosa Torralba.
Durante el 4.º Coloquio “El porvenir de la psicoterapia psicoanalítica en el trabajo con las adolescencias”, la también coordinadora del evento detalló que en el proceso psicoterapéutico hay que tomar en cuenta que es un espacio de escucha de ellos hacia ellos, que reflexionen sobre eso que van transitando, viviendo, y no tiene que ver con un espacio donde se les va a criticar, que no somos una autoridad quizá como la conocen; se trata entonces de una labor de acompañamiento.
En 2020, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda, en nuestro país había 37.8 millones de personas de 12 a 29 años, lo que representó 30 por ciento del total de habitantes del país.
Por grupos de edad encontramos que la mayoría de los jóvenes se hallan en el de 15 a 19 años (28.2 por ciento), según el Informe “Situación de las personas adolescentes y jóvenes de México”, del Fondo de Población de las Naciones Unidas en México, el Instituto Mexicano de la Juventud y el Consejo Nacional de Población, 2021
En el auditorio “Silvia Macotela”, de la FP, la integrante de la Residencia en Psicoterapia para Adolescentes de la UNAM planteó que las problemáticas en esta etapa de vida tienen que pensarse en relación con las tecnologías y la globalización, y que eso en alguna medida puede constituirse en un factor de riesgo porque las y los jóvenes se van aislando, proceso en el cual la escucha se dificulta.
Sosa Torralba comentó además que las largas jornadas de trabajo de padres y madres dificultan que, en algún momento, puedan acercarse en las dinámicas familiares.
“Todo el contexto social, la violencia, las circunstancias que nos rodean, aumenta la angustia. Lo que encontramos después del momento de la pandemia es una depresión importante, esto lo menciono para estar atentos”, dijo.
Respecto a otras generaciones, la vulnerabilidad de las adolescencias de hoy es la misma, lo que hay que entender más bien es qué tiene que ver con lo específico de la vulnerabilidad actual, resaltó.
De acuerdo con la experta, hay una vulnerabilidad psicosocial, un contexto que permea a las adolescencias desde las altas demandas para elegir una carrera, por ejemplo, hasta transitar por sus procesos tradicionales de vida, razón por la cual más que pensar en mayor vulnerabilidad se debe contextualizar a cuáles se enfrentan.
En cuanto a la denominación en redes sociales de la “generación de cristal”, como se les llama a ciertas adolescencias -término presuntamente atribuido a la filósofa española Montserrat Nebrera González-, la especialista indicó que son categorías sociales que de alguna forma permiten representar ciertas situaciones, pero habría que cuestionar de dónde vienen y cuál es su sentido.
“Debemos ser muy cuidadosos, porque eso puede cerrar la escucha de lo que realmente pueden estar pensando, porque ya se les califica a partir de ciertas características que se generalizan y entonces se pierde la singularidad de las personas”, concluyó.