Proceso
MÉXICO, DF.- El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, emocionado, había brincado vallas metálicas para tomarse selfies y colgado de la estructura tubular de las gradas ubicadas al final del recinto para dejarse abrazar por personas de la tercera edad.
Eufórico esquivaba sillas para abrirse paso entre aproximadamente 15 mil hombres y mujeres de la Confederación Nacional Campesina (CNC) que se encontraban en Boca del Río, Veracruz, en el acto conmemorativo del 101 Aniversario de la Promulgación de la Ley Agraria del 6 de enero de 1915.
El desbordado entusiasmo del presidente se reflejó en su discurso. En plena arenga soltó: “Me ha dado mucho gusto, enorme satisfacción, estrechar la mano de muchas y muchos de ustedes, que me han hecho sudar la gota gorda. Pero es esa gota, que ustedes, de sudor, todos los días sudan trabajando nuestros campos.
“Esas manos, de ustedes, con las que labran la tierra, con la que producen alimentos que consumen las familias en las mesas de sus hogares.
“Gracias por la calidez; por el trato cálido, amable, generoso, fraterno y cercano que cada uno de ustedes me dispensa.
“Por eso, siempre me regordeo (sic), siempre celebro este encuentro con todas y todos ustedes. Porque me permite acercarme, de mano, con esta cercanía, a quienes juegan en favor de México, desde el trabajo que hacen en el campo”.
El gazapo presidencial, al pronunciar la palabra “regordeo”, en lugar de regodeo, fue corregido en la versión oficial.