Sin Embargo
Ciudad de México.– El circo Ringling Bros and Barnum & Bailey anunció hace algunas semanas que dejaría de usar elefantes en sus espectáculos a partir de mayo próximo, o sea año y medio antes de lo previsto. Los animales se alejarán de los reflectores y residirán en el Centro para la Conservación de Elefantes, una propiedad de 81 hectáreas que pertenece a la compañía, ubicado en el centro de Florida, en Estados Unidos.
La noticia difundida a nivel mundial abre otra vez la interrogante sobre lo que actualmente sucede en México: ¿dónde están los animales que han salido de los espectáculos circenses en México a partir de la prohibición?
El Partido Verde Ecologista de México (PVEM) propuso sacar de los espectáculos circenses a los animales… y lo logró. El 9 de diciembre de 2014, el Senado de la República votó a favor de un circo libre de animales y un par de días después la Cámara de Diputados ratificó la decisión.
“Hoy México se pone a la vanguardia en el bienestar y trato digno animal”, se jactó entonces el Partido Verde en su página de la Internet.
El 8 de julio de 2015, con las modificaciones a la Ley General de Vida Silvestre, quedó prohibido el uso de animales silvestres y domésticos en los circos. Así que elefantes, leones, tigres, cebras, camellos, osos, changos, caballos y hasta hipopótamos dejaron de aparecer entre luces y aplausos.
Pero tal parece que ni las autoridades ni las organizaciones ni el propio Partido Verde se detuvieron a pensar en el destino que les esperaría a las especies. Para muestra basta un botón: el pasado 3 de enero, un hipopótamo escapó del Rancho Dolores en Puebla, lugar que no contaba con las medidas apropiadas para tener un animal de esta índole, la especie fue vendida a la familia de Juan Navarro Rodríguez, Alcalde de Ciudad Serdán, por el circo Rudy Brothers.
En aquella ocasión Ignacio Millán Tovar, Subprocurador de Recursos Naturales de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), fue cuestionado por este medio sobre el destino de los animales que dejaron los circos: “lo único que estamos verificando nosotros es que no se estén dando espectáculos circenses con ejemplares de vida silvestre”, señaló.
–¿Entonces ustedes desconocen lo que se haga con los animales?, –se le preguntó.
–Exactamente, –respondió.
–Sólo con que no se presenten en los circos…
–Exactamente, de hecho se les ha había hecho el ofrecimiento, si ya no los podían mantener que los dejaran a disposición de la Semarnat para que nosotros les diéramos un destino.
El médico veterinario zootecnista, Jorge Maksabedian de la Roquette, director general de Vida Silvestre de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) explica a SinEmbargo que “no existe una lista como tal, nosotros les hemos pedido [a los dueños de los circos] un inventario desde el 5 de junio de 2015, algunos circos nos los enviaron y otros no”.
Como resultado de dicho inventario los circos pidieron el aprovechamiento de los ejemplares y Semarnat, por Ley, debe otorgárselos. Hasta el momento han autorizado el aprovechamiento de 884 ejemplares de vida silvestre provenientes de los circos, informa.
“Con el término ‘aprovechamiento’ nos referimos a que el dueño nos dice que va a disponer del animal, o sea, lo puede vender, lo puede regalar o lo puede llevar a su casa, siempre y cuando cumpla con las condiciones. A nosotros sólo nos avisan: ‘voy a disponer de él’”.
El funcionario ejemplifica con un auto: “nosotros no tenemos, por ley, ninguna atribución de decir qué hacer con él, véndalo, no lo venda, haga esto o no lo haga”.
“Lo que prevé la Ley General de Vida Silvestre para este tipo de especies exóticas es que el poseedor del ejemplar tiene que dar aviso a la Semarnat sobre su aprovechamiento. Desafortunadamente la ley no contempla que previo a la comercialización o donación del ejemplar se deba informar a la autoridad a dónde llegará ese ejemplar, no lo prevé la ley”, señala Joel González Moreno, director General de Inspección y Vigilancia de Vida Silvestre, Recursos Marinos y Ecosistemas Costeros de la Profepa.
La Procuraduría no planea abrir algún santuario para albergar a los animales que salen de los circos y puedan llegar a quedar sin hogar: “la Profepa no tiene obligación por ley de para fomentar este tipo de lugares, partiendo de la responsabilidad y para garantizar que se dé el trato digno y respetuoso a los animales, la Profepa sí se ha abocado a promocionar con los gobiernos estatales la creación de esos lugares”.
SinEmbargo buscó la explicación del PVEM, no obstante, al cierre de la edición, no obtuvo respuesta.
al parece que ni las autoridades ni las organizaciones ni el propio partido se detuvieron a pensar en el destino que les esperaría a las especies. Foto: Cuartoscuro.
Al parecer, ni las autoridades ni las organizaciones ni el propio partido se detuvieron a pensar en el destino que les esperaría a las especies. Foto: Cuartoscuro.
¿QUÉ DICEN LAS ORGANIZACIONES?
Dulce Ramírez, directora de la organización Igualdad Animal México, destaca que aunque organismos y asociaciones han trabajado para proteger a las especies que eran explotadas en los circos, aún el destino de muchas “es incierto, ya que siguen en manos de los empresarios circenses que se rehusan a gestionar su traslado a algún santuario. Lo relevante de iniciativas como éstas en principio es que se termina una forma de crueldad y explotación animal, que ya no habrá más generaciones de animales sometidos a toda clase de privaciones por diversión y deberemos estar alertas y coadyuvar con los organismos que lo requieran para que las víctimas del cautiverio de circos estén en un lugar lejos de la explotación”.
Además, la activista hace hincapié en que cada vez hay más ciudadanos que consideran injusto usar a los animales para en exhibiciones con el fin de divertir: “más personas deciden hacer de éste un mundo sin violencia y esta decisión da cuenta de que estamos cambiando la relación que tenemos hacia ellos, una relación solidaria, justa y empática”.
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“Si Profepa o nadie sabe [del paradero de los animales] es porque hoy la Ley General de Vida Silvestre permite que se vendan a cualquier persona que presente un plan de manejo y que pague la factura”, apunta Antonio Franyuti, director de Animal Heroes.
Franyuti adelantó que en menos de dos meses la organización pretende presentar ante el Senado, una propuesta de iniciativa para lograr que se regule la venta y tenencia de fauna exótica y silvestre
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“Es pasivo el papel de la Profepa y la Semarnat, ellos hace tiempo pidieron un registro a los cirqueros de todos los animales que tenían y esas bases de datos no han sido entregadas como se debe y ahorita el número de animales que tenían los circos, se desconoce de manera oficial. Consideramos un poco pasivo el papel de las autoridades porque deberían de exigir que los cirqueros entreguen un reporte de qué es lo que están haciendo con los animales”, condena Israel Arriola Toiber, Director de la sede en México de la organización AnimaNaturalis Internacional.
“Nosotros como organización no tenemos ni el recurso humano ni el recurso material para hacer el seguimiento de cada uno de los animales en los circos”, subrayó. En ese sentido, el activista calificó el papel de Profepa y Semarnat como “complaciente y pasivo”.
“Tristemente en este país con tantos modos de corrupción y tanto poder que tiene el crimen organizado no nos sorprendería que el destino de estos ejemplares sea hacia propietarios que se dedican a actividades ilícitas”.
Tal como lo consignó el diario británico Daily Mail –en una nota de Alasdair Baverstock– el pasado 16 de abril: las especies que salieron de los circos están yendo a los zoológicos privados de los narcotraficantes mexicanos que “los compran por precios ridículos”.
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La asociación World Animal Protection celebra la decisión del circo Ringling Bros: “es una noticia excelente para los animales y también para todos los interesados en su protección. El mantener animales silvestres en cautiverio para entretener personas es una actividad cruel que no tiene ninguna justificación. Para que un animal silvestre haga trucos hay todo un entrenamiento que las personas no ven que está ocasionando muchísimo sufrimiento”.
–¿Ustedes como organización han tenido algún acercamiento con circos mexicanos para conocer qué es lo que hicieron con los animales que ya no pueden tener en los espectáculos?, –se le cuestiona.
–No, o sea, en el pasado sí trabajamos bastante con el tema de circos, sobre todo en México que era uno de los países más importantes en América Latina en esta industria, pero actualmente no hemos estado en contacto con la autoridades ni con los empresarios de circo para saber cuál es el destino, –dice.