Redacción
Belinda obtuvo medidas de protección contra Lupillo Rivera, a quien denunció ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México por presunta violencia digital y mediática, derivada de declaraciones que el cantante hizo sobre su pasada relación en el marco de la promoción de su libro Tragos amargos.
De acuerdo con un comunicado del despacho Maceo, Torres & Asociados, la denuncia fue presentada el 2 de octubre y, una semana después, la autoridad concedió medidas de protección inmediatas a la intérprete de La mala “para garantizar su seguridad, integridad y dignidad, reconociendo la existencia de actos de violencia en su contra”.
El documento precisa que la querella se interpuso “por la probable comisión de los delitos de violencia digital y mediática previstas en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia”.
Durante la promoción de su libro, Lupillo Rivera, quien recientemente reveló haber perdido la audición en uno de sus oídos, habló de su relación con la cantante, que habría durado entre siete y ocho meses, e incluyó detalles personales como una supuesta infidelidad y su deseo de tener hijos con ella.
Los abogados de Belinda señalaron que el cantante “divulgó hechos pertenecientes a la esfera íntima de la artista sin su consentimiento”, lo que motivó la acción legal.
El Ministerio Público ordenó a Guadalupe Rivera Saavedra —nombre completo del cantante— abstenerse de acercarse o comunicarse con la víctima, eliminar de sus redes sociales cualquier contenido que la mencione de forma ofensiva y someterse a tratamiento psicológico especializado.
Asimismo, se le prohibió realizar conductas de intimidación o molestia hacia la artista o personas relacionadas con ella. En caso de incumplir las medidas, la autoridad podría implementar vigilancia policial o auxilio inmediato en el domicilio de la cantante.
El despacho jurídico recordó que “el artículo 6° constitucional reconoce la libertad de expresión, pero establece límites frente a derechos como la dignidad, el honor y la vida privada”, por lo que consideró que las declaraciones del intérprete de Tragos amargos excedieron ese marco legal.
